De esposas a novias; esto es lo que no debes olvidar
No se sabe en qué momento la novia está más nerviosa, si antes, durante o después de la boda. Hay que admitirlo. Planificar un evento como este no es tarea fácil.
Por esta razón recopilamos las experiencias de algunas novias, ya esposas, con su boda y estas fueron las enseñanzas que sacamos


Aunque leas cientos de experiencias de otras novias, debes tener claro que cada boda es diferente.
Te invitamos a prestar atención a lo que las otras chicas recomiendan, pero no lo tomes al 100%, no idealices las bodas de las demás.
La boda es tuya y de tu pareja
Muchas esposas coinciden en que las que están camino al altar deben olvidarse del qué dirán y hacer todo a su gusto. “Si te apetece gritar ‘sí quiero’, grítalo, si quieres ir con un vestido verde, hazlo… Es tu boda, es un día único y merece que sea como deseas”, escribió una chica en un foro.

Disfruta al máximo
Este debe ser un día maravilloso. Te lo mereces después de tanto tiempo de organización. Ten claro que todo pasará volando, así que lo mejor es disfrutar cada segundo.
Novias: involucren a su pareja
Lo mejor es que involucres a tu pareja en todo el proceso de planificación de la boda, llevar los preparativos juntos, escucharse el uno al otro cuando no estén de acuerdo con algo e intentar llegar a un punto medio.
Al incluir a tu esposo en la preparación y decoración, haces que él tome conciencia de lo importante que puede llegar a ser este momento para ti. También evitas que para él sea un día más en su vida. Piénsalo.

No te alarmes
Las novias relatan sentimientos como nostalgia, tristeza y hasta depresión. Todo esto es conocido como emociones de post boda, post nupcial o post luna de miel.
Psicólogos y psiquiatras atribuyen esto a la disminución en los niveles de estrés después del casamiento y el cambio de las dinámicas entre pareja, familiares y amigos en esta nueva etapa del matrimonio.
Lo normal sería que desaparezca al menos seis meses después.
Plan B
De acuerdo a varias experiencias contadas, una muy buena opción es que dentro de la boda tengas un plan B. Es decir, si pasa algún imprevisto se pueda mover de lugar fácilmente.
Con suerte, no habrá una segunda primera vez
Ese día ya no se volverá a repetir… todo se resume a disfrutar ese momento, porque, además, pasa más rápido de lo que piensas.